El entorno de la zona, comprende importantes canteras de jaspe en el paraje “Las Hoces”, que actualmente están sin explotar, pero en su día fueron muy importantes, pues de ellas salió mineral para edificar monumentos tales como parte de la catedral de El Burgo de Osma y otros templos en Madrid. A día de hoy, la economía de los habitantes de la zona de Espeja está basada en la explotación de cereal y el ganado ovino y vacuno.



De la extensión total de Espeja de San Marcelino, se dedican 3.166 hectáreas al cultivo de secano, y 113 hectáreas se destinan a labor de regadío, el resto pertenecen a montes. En menor medida hay huertas y viñedos que se explotan para uso doméstico.



Fuera de las labores agrícolas y ganaderas, permanecen activas pequeñas empresas: unas dedicadas a la construcción en Espeja y Guijosa, un ultramarinos en La Hinojosa, plantas de hormigón y extracción de áridos en Orillares, y autobuses en Espeja que hacen la línea regular de Espeja-San Leonardo y Espeja-El Burgo, además del transporte escolar.



Para incentivar el turismo en la zona, hay dos casas rurales para su alojamiento, una en Espeja y otra en Guijosa.



Otra opción para el turismo más aventurero, es la “vía ferrata de la pasarela de Espeja”, de reciente construcción (años 2008-09), siendo ésta la única que existe en Castilla y León.



La vía ferrata es un itinerario tanto vertical como horizontal equipado con diversos elementos de apoyo, el cuál puede ser realizado por senderistas-escaladores, provistos con el material de seguridad adecuado. Al comienzo de la vía se ha colocado un cartel con las normas de seguridad que se deben cumplir.



Los creadores de esta obra han sido Montse, Alberto y Manolo, tres personas aventureras que sin tener ningún vínculo con el municipio de Espeja, quedaron encantados con la “Torca” de esta población.



 


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